miércoles, 13 de junio de 2007

La ignorancia y la mala memoria.

A menudo escucho a personas hablar sobre la inmigración. Sobre esas oleadas de personas que recalan en nuestro territorio desesperadas, hambrientas, huyendo de conflictos bélicos en su país, tratando de sobrevivir los más dignamente posible y que en demasiados casos sesga sus vidas. Hablo concretamente de la mentalidad del canario, al que históricamente se le achaca hospitalidad y buenas maneras. ¿Qué ha pasado para que eso cambie?, ¿es que hemos olvidado nuestros orígenes?.
Cada día con más frecuencia escucho en la calle voces que protestan por la cantidad de inmigrantes que arrivan a Canarias, da igual de donde vengan, todos son cortados por el mismo patrón. Vienen a robarnos el trabajo o estamos hartos de ellos por que vienen a nuestro país a delinquir.
Olvidamos demasiado frecuentemente que nosotros emigramos cuando aquí había hambre y sufrimiento, y que se nos recibió con los brazos abiertos allá donde recalamos. Paises de América latina como Cuba o Venezuela fueron el salvavidas de cientos, miles de canarios muertos de hambre y llenos de esperanza.
¿Hemos olvidado que esos "NEGROS y SUDACAS" que vienen, son los descendientes de aquellos que nos acogieron cuando los pasabamos mal?, ¿tan desagradecidos somos?, ¿es que de verdad esa es la catadura moral del canario medio?, espero que no, por que estamos, en ese caso, muy ciegos y demasiado absortos en la observación de nuestros occidentales ombligos.
La realidad es que debemos en parte nuestro crecimiento a todos los que alguna vez, empujados por la necesidad, fueron a trabajar a destajo a otros paises para mandar dinero a la familia que dejaban atrás.
Espero que esto que escucho a diario sea cada vez más minoritario y que en ésta era de globalización galopante sepamos reconocer la historia que nos antecede para determinar el proceder ecuánime de las futuras generaciones que quedarán, cuando nosotros no seamos más que el recuerdo de alguien que una vez formó parte de nuestra propia historia.