lunes, 3 de octubre de 2011

Maldito problema.

A estas alturas del partido, no sé que hacer. Se me acabaron las ideas y además estoy agotado. Llevamos cuatro años en este plan. Resultado cada vez más negativo. Nada de lo que hacemos o decimos resulta. Y además se nos paga con engaños y mentiras flagrantes.

Le tengo ya una manía que a duras penas controlo y peor aún es que se está convirtiendo en todo lo que detesto. Odio decir esto pero no lo aguanto cerca.

Claro que si desde el principio hubiese habido unión de criterios y hubiésemos actuado al unísono y no desautorizándonos los unos a los otros, las cosas serían algo diferentes, seguro. Abuelos y madre contra padre. Y el niño que es muy inteligente, aprovechando la situación. No se lo reprocho. Pero lo adultos ciegos de igualdad y buenas formas, hemos hecho un daño irreparable que nos pasará una factura que no podremos asumir.